*** Graciela de la Cruz Sánchez inició el primer año con otros 15 adolescentes, quienes viajan desde poblados a más de 30 kilómetros en carretera, otros cruzan el Grijalva desde pueblos cercanos para recibir sus clases
Luis Manuel López/Notimex
Centla, Tabasco
Todo sueño implica sacrificio y el que realiza Graciela es un digno ejemplo, pues esta adolescente de 15 años que quiere ser arquitecta supera todos los obstáculos en su camino para llegar a la escuela.
Esta joven rema en lancha kilómetros de lunes a viernes, después aborda un taxi para llegar a estudiar a una endeble telesecundaria construida con láminas y tablas donde las temperaturas oscilan entre 35 y 40 grados a la sombra.
Graciela de la Cruz Sánchez inició el primer año con otros 15 adolescentes, la mayoría de padres pescadores humildes, quienes viajan desde poblados a más de 30 kilómetros en carretera, otros cruzan el río Grijalva a motor o remando desde pueblos cercanos para recibir sus clases.
"Cruzo remando en cayuco como 24 kilómetros y luego agarro taxi, llego un poco tarde pero la maestra nos da tolerancia porque vivimos un poco lejos. No es justo que estudiemos así, pero todo sea por salir adelante", comentó Graciela Sánchez.
La telesecundaria de reciente creación lleva el nombre del cronista tabasqueño Armando Pérez Chan; está ubicada en el poblado Arroyo Polo, segunda sección, colindante con la reserva de la biosfera Pántanos de Centla.
El centro escolar se levantó sobre una cancha de baloncesto y aún no se sabe si las autoridades tienen prevista la construcción de un aula.
Las láminas fueron donadas por el ayuntamiento de Centla y el resto por padres de familia; el mobiliario es prestado por una escuela primaria de la localidad.
Por las mañanas, la profesora y los niños colocan sábanas para ocultarse del sol; cuando hace demasiado calor usan ventiladores de su propiedad y para conectarlos roban energía eléctrica.
La escuela carece de puertas, ventanas y baños. Sólo tiene dos mesas, una que usa la profesora y otra que sirve de "biblioteca" junto a un viejo póster mal colgado del sistema muscular. Está por concluir el ciclo escolar y aún se anuncian "inscripciones abiertas".
A esta telesecundaria asisten alumnos de los poblados Luis Echeverría y Tres Brazos, entre otras poblaciones asentadas al extremo derecho del Río Grijalva, enclavadas en la reserva de la biósfera.
La mayoría de estudiantes sentados en su pupitre intenta concentrarse y poner atención a la profesora, pese a las extremas temperaturas y a los rayos del sol que se asoman entre los trapos.
La frágil aula de palos y láminas sobrevive a los frentes fríos y las intensas lluvias desde hace seis meses que fue levantada por los padres de familia. Sin embargo, no se sabe si correrá la misma suerte cuando inicie la temporada de lluvias, en junio.
"Lo que pienso es que el gobierno debe darnos la mano con láminas y cartones para reforzarla, mientras llega la respuesta de la Secretaría de Educación Pública para la construcción, porque no es justo que los niños estén así" , afirmó la señora Merecedes Alipio, habitante del poblado.
La maestra Hilda Alvarado Amores, haciendo honor a su apellido, enseña con dedicación y esmero a sus estudiantes pese a las precarias condiciones y altas temperaturas que en nada ayudan al aprendizaje.
"La verdad esto no se presta para que aprendan; la necesidad los obliga a asistir a pesar del calor. Todo lo que aquí tenemos es prestado -el pizarrón, las sillas, los libros- y hasta ahorita, gracias a Dios, no se han robado nada" , comentó.
La maestra con 15 años de experiencia habló de su tolerancia con los alumnos, a quienes permite salir antes de lo programado para que lleguen a tiempo a su almuerzo, pues muchos de ellos tienen que remar sobre el río.
"La necesidad de estudiar es grande en los niños y como maestra lo hacemos por amor al arte. Ahorita gracias a Dios hay aire, pero cuando no jalo corriente, traigo mi ventilador y así nos la pasamos, hoy no lo traje pues amaneció muy fresco" , agregó la profesora.
La educadora aseguró que en reiteradas ocasiones ha solicitado a la Secretaria de Educación Pública la construcción del aula y el mobiliario.
Lo contrastante de esta telesecundaria, agregó, es que cuenta con antena parabólica y una televisión, pero faltan instalaciones seguras donde los alumnos puedan recibir sus clases vía satélite.
"Hicimos muchas peticiones, muchísimas, pero no nos han escuchado y de telesecundaria no tenemos ni la facha, no tenemos nada, las condiciones en que estamos no nos favorecen" , añadió.
La Secretaría de Educación Pública confirmó las condiciones precarias de esa escuela y prometió que para julio arrancará la construcción de dos aulas, ante la demanda de preinscripciones para el siguiente ciclo escolar 2008-2009.
"Por ahora de manera escueta están tomando clases, es temporal. Para el próximo ciclo escolar contarán con dos aulas. La Secretaría de Educación está dando todo el apoyo y con la ayuda de los padres de familia están echándole muchas ganas" , explicó el jefe del Departamento de Telesecundaria, José Angel Magaña Pérez.
"La secretaría está cumpliendo, lamentablemente hay tiempos que esperar y que cumplir. Le damos velocidad pero la pasada inundación retrasó ciertas cosas. Estamos cumpliendo lo más que se puede" , sostuvo el funcionario.
Magaña Pérez reconoció que el área de Telesecundaria enfrenta rezagos en 39 planteles que desde las inundaciones del año pasado y por las condiciones geográficas de la región se estima que se regularicen en un plazo de tres años.
Mientras la ayuda llega, Graciela sigue sentada, acalorada y estudiando, agarrando fuerza para el regreso a casa que para ella no es cosa sencilla.
Centla, Tabasco
Todo sueño implica sacrificio y el que realiza Graciela es un digno ejemplo, pues esta adolescente de 15 años que quiere ser arquitecta supera todos los obstáculos en su camino para llegar a la escuela.
Esta joven rema en lancha kilómetros de lunes a viernes, después aborda un taxi para llegar a estudiar a una endeble telesecundaria construida con láminas y tablas donde las temperaturas oscilan entre 35 y 40 grados a la sombra.
Graciela de la Cruz Sánchez inició el primer año con otros 15 adolescentes, la mayoría de padres pescadores humildes, quienes viajan desde poblados a más de 30 kilómetros en carretera, otros cruzan el río Grijalva a motor o remando desde pueblos cercanos para recibir sus clases.
"Cruzo remando en cayuco como 24 kilómetros y luego agarro taxi, llego un poco tarde pero la maestra nos da tolerancia porque vivimos un poco lejos. No es justo que estudiemos así, pero todo sea por salir adelante", comentó Graciela Sánchez.
La telesecundaria de reciente creación lleva el nombre del cronista tabasqueño Armando Pérez Chan; está ubicada en el poblado Arroyo Polo, segunda sección, colindante con la reserva de la biosfera Pántanos de Centla.
El centro escolar se levantó sobre una cancha de baloncesto y aún no se sabe si las autoridades tienen prevista la construcción de un aula.
Las láminas fueron donadas por el ayuntamiento de Centla y el resto por padres de familia; el mobiliario es prestado por una escuela primaria de la localidad.
Por las mañanas, la profesora y los niños colocan sábanas para ocultarse del sol; cuando hace demasiado calor usan ventiladores de su propiedad y para conectarlos roban energía eléctrica.
La escuela carece de puertas, ventanas y baños. Sólo tiene dos mesas, una que usa la profesora y otra que sirve de "biblioteca" junto a un viejo póster mal colgado del sistema muscular. Está por concluir el ciclo escolar y aún se anuncian "inscripciones abiertas".
A esta telesecundaria asisten alumnos de los poblados Luis Echeverría y Tres Brazos, entre otras poblaciones asentadas al extremo derecho del Río Grijalva, enclavadas en la reserva de la biósfera.
La mayoría de estudiantes sentados en su pupitre intenta concentrarse y poner atención a la profesora, pese a las extremas temperaturas y a los rayos del sol que se asoman entre los trapos.
La frágil aula de palos y láminas sobrevive a los frentes fríos y las intensas lluvias desde hace seis meses que fue levantada por los padres de familia. Sin embargo, no se sabe si correrá la misma suerte cuando inicie la temporada de lluvias, en junio.
"Lo que pienso es que el gobierno debe darnos la mano con láminas y cartones para reforzarla, mientras llega la respuesta de la Secretaría de Educación Pública para la construcción, porque no es justo que los niños estén así" , afirmó la señora Merecedes Alipio, habitante del poblado.
La maestra Hilda Alvarado Amores, haciendo honor a su apellido, enseña con dedicación y esmero a sus estudiantes pese a las precarias condiciones y altas temperaturas que en nada ayudan al aprendizaje.
"La verdad esto no se presta para que aprendan; la necesidad los obliga a asistir a pesar del calor. Todo lo que aquí tenemos es prestado -el pizarrón, las sillas, los libros- y hasta ahorita, gracias a Dios, no se han robado nada" , comentó.
La maestra con 15 años de experiencia habló de su tolerancia con los alumnos, a quienes permite salir antes de lo programado para que lleguen a tiempo a su almuerzo, pues muchos de ellos tienen que remar sobre el río.
"La necesidad de estudiar es grande en los niños y como maestra lo hacemos por amor al arte. Ahorita gracias a Dios hay aire, pero cuando no jalo corriente, traigo mi ventilador y así nos la pasamos, hoy no lo traje pues amaneció muy fresco" , agregó la profesora.
La educadora aseguró que en reiteradas ocasiones ha solicitado a la Secretaria de Educación Pública la construcción del aula y el mobiliario.
Lo contrastante de esta telesecundaria, agregó, es que cuenta con antena parabólica y una televisión, pero faltan instalaciones seguras donde los alumnos puedan recibir sus clases vía satélite.
"Hicimos muchas peticiones, muchísimas, pero no nos han escuchado y de telesecundaria no tenemos ni la facha, no tenemos nada, las condiciones en que estamos no nos favorecen" , añadió.
La Secretaría de Educación Pública confirmó las condiciones precarias de esa escuela y prometió que para julio arrancará la construcción de dos aulas, ante la demanda de preinscripciones para el siguiente ciclo escolar 2008-2009.
"Por ahora de manera escueta están tomando clases, es temporal. Para el próximo ciclo escolar contarán con dos aulas. La Secretaría de Educación está dando todo el apoyo y con la ayuda de los padres de familia están echándole muchas ganas" , explicó el jefe del Departamento de Telesecundaria, José Angel Magaña Pérez.
"La secretaría está cumpliendo, lamentablemente hay tiempos que esperar y que cumplir. Le damos velocidad pero la pasada inundación retrasó ciertas cosas. Estamos cumpliendo lo más que se puede" , sostuvo el funcionario.
Magaña Pérez reconoció que el área de Telesecundaria enfrenta rezagos en 39 planteles que desde las inundaciones del año pasado y por las condiciones geográficas de la región se estima que se regularicen en un plazo de tres años.
Mientras la ayuda llega, Graciela sigue sentada, acalorada y estudiando, agarrando fuerza para el regreso a casa que para ella no es cosa sencilla.