VISION CITADINA DE ANDRES LLANOS
“ALTA TRAICION”
Los consejeros del Instituto Electoral del Participación Ciudadana (IEPC) acaban de asestar un golpe mas a la población tabasqueña, que todavía no se recupera de la impresión que le causo el bono de fatiga y ahora tiene que soportar el bono de aumento que se autorizaron, de alrededor de veinte mil pesos; lo que sumado al de por si oneroso sueldo de los consejeros, representa una jugosa percepción para los integrantes de un Instituto que poco sirve a la democratización de Tabasco.
Los consejeros del Instituto Electoral del Participación Ciudadana (IEPC) acaban de asestar un golpe mas a la población tabasqueña, que todavía no se recupera de la impresión que le causo el bono de fatiga y ahora tiene que soportar el bono de aumento que se autorizaron, de alrededor de veinte mil pesos; lo que sumado al de por si oneroso sueldo de los consejeros, representa una jugosa percepción para los integrantes de un Instituto que poco sirve a la democratización de Tabasco.
Más que arbitro, el IEPC se ha convertido en un elefante blanco, carente de credibilidad, con actuaciones dolosas y parciales; irresponsable hasta el grado del cinismo impune. El Instituto Electoral le cuesta demasiado a Tabasco y más que garantizar la transparencia democrática, contribuye activamente al conflicto pos-electorales que acechan a la entidad.
Como resultado de posturas parciales, en variadas ocasiones se ha cuestionado la cercanía y hasta militancia de algunos consejeros en el Partido Revolucionario Institucional. La oposición también tiene a sus representantes, entonces la defensa de los intereses partidistas, tiene convertido al IEPC en un campo de batalla desvirtuado de su objetivo principal, donde el PRI mantiene hegemonía y control.
Recordemos que en el año 2000, el IEPC validó una elección plagada de irregularidades, poco después el Tribunal Electoral de la Federación anuló el triunfo asignado a Manuel Andrade de manera poca clara.
Por algunos meses, permaneció la polémica por el nombramiento de los consejeros electorales, los diputados priistas lograron mayoritear a los opositores y colocar sus piezas en el ajedrez electoral. Casi de forma inmediata al nombramiento, los consejeros solicitaron una ampliación de presupuestos, asegurando que estaba en riesgo la organización de la elección de Octubre próximo, pues hasta de sillas carecían en el Instituto. Aunque personajes gubernamentales consideraron inviable el aumento, pues impactaría el presupuesto de importantes programas al final se autorizó la ampliación presupuestal; con el compromiso de los consejeros de administrar con prudencia los dineros públicos que son aportados por los contribuyentes. Después simplemente se les olvidó el compromiso y ya se repartieron la bolsa. Ante una clásica situación de mentira fácil ¿Cómo podría Tabasco tener confianza en el IEPC y sus consejeros?
Hoy más que siempre hay un proceder sospechoso, una actitud de complicidad entre el PRI-GOBIERNO y el IEPC para burlar la voluntad de los Tabasqueños. Tal parece que en un oscuro acuerdo ha sido pactado el escenario electoral de Octubre 2009, permanece en el aire un tufo de alta traición.
Es muy peligroso que el IEPC cometa toda una serie de anomalías, porque si no hay confianza ni garantías en el árbitro de la contienda, entonces en quien podría confiar Tabasco.
La forma es fondo y las acciones equivocadas del IEPC están siendo observadas y evaluadas por el electorado. La situación actual puede ser la antesala del resultado electoral de Octubre. Todavía está a tiempo el IEPC de hacer lo correcto, en caso contrario que a nadie sorprenda si Tabasco se convierte en un polvorín pos-electoral. Lo que mal empieza mal acaba, es un grito a tiempo.