LIA. Braulio Becerra Álvarez
(Colaboración)
Escuchaba el día 15 el comentario del maestro Alfonso Zárate sobre el hecho de que la lucha por el poder en este partido se da entre dos grupos bien definidos, los nacidos en la izquierda y los agregados priistas; los representantes de las dos corrientes coinciden en una sola cosas: “Hay que refundar el PRD”; esto me hace recordar otra historia ya escuchada: Roberto Madrazo se deshizo anunciando la refundación del PRI, y luego lo vimos haciendo trampa en un carrera internacional, lo que le significó el retiro de los reflectores y de la vida política, al menos mientras se nos olvida a los mexicanos; pero esta historia me hace reflexionar y preguntarme ¿qué significa refundar un partido?, ¿significa que se van a cambiar sus estatutos?, ¿significa que su ideario está mal?, ¿significa que las causas que le dieron razón de ser ya no son actuales o no eran las correctas?.
Me parece que no, que refundar un partido solo ha servido para consensar los intereses de los diferentes grupos o tribus que coexisten bajo un mismo techo, y que finalmente, la ciudadanía acaba con el mismo show, solo que remasterizado. Como ciudadano me da tristeza que un partido que nació con la bandera de “primero los pobres” ahora de un espectáculo tan ridículo y ahora su lema sea “primero las prerrogativas del partido”; como panista no puedo más que reafirmar mi convicción de que el lema de este partido solo era populismo y demagogia; que nunca hubo en el fondo la intención de velar verdaderamente por los intereses de los más desprotegidos de nuestro país, sino solo usarlos como peldaño para escalar al poder, mismo que a todos los integrantes del equipo de AMLO les fue negado en el PRI, razón de su molestia y ahora enemistad con el partido que tanto les dio.
Hasta la próxima.
