martes, mayo 06, 2008

Peligran Cocodrilos en Tabasco


* En peligro de extinción cocodrilos de Tabasco, encuentran en sus estómagos botellas de plástico y hasta condones

* Grupos ambientalistas buscan protegerlos, los cazan paera analizan su peso, tamaño y piel

* Revelan que la inundación histórica del 2007 pudo haber registrados cambios en su ecosistema


Luís Manuel López
Corresponsal de Notimex

En la oscuridad de la noche, el ecólogo José Manuel Gómez Kim y un grupo de ambientalistas 'cazan' cocodrilos Moreletti cada fin de semana en la Laguna de las Ilusiones, en Tabasco. No lo hacen por diversión o para un programa de televisión, la intención es protegerlos de su más grande depredador, el hombre.
Cuando los reptiles son capturados y les practican un lavado de estómago, expulsan, en el peor de los casos, botellas, bolsas de frituras, plásticos e incluso condones. Para tan sorprendente y atrevida faena, Gómez Kim usa sólo tres herramientas: un lazo de acero, una lámpara y sus manos como poderosas tenazas. Una vez 'armado', el ecólogo se encomienda a Dios y se santigua para abordar la lancha e iniciar la aventura de cada viernes en punto de las 20:30 horas en el embarcadero de la colonia Adolfo López Mateos.
José Manuel Gómez y su colega Rodolfo Sánchez hacen equipo; el primero busca con lámparas el reflejo de los ojos de los cocodrilos escondidos entre la vegetación, los cuales resaltan en la oscuridad como minúsculas brazas atrapadas en el pantano. Enseguida, el segundo emite sonidos guturales, imitando a los que hacen los individuos de esa especie para llamar a sus crías, con lo cual los cocodrilos caen en la trampa.
Lo sorprendente de esta actividad es la precisión con que el ecólogo Gómez Kim 'caza' cocodrilos que miden desde 15 centímetros hasta más de dos metros de largo, que con movimientos sagaces intentan escapar y en algunos casos lo logran. Un pequeño ejemplar, precisamente de casi 15 centímetros, logró asestar al ecólogo una mordida; afortunadamente 'fue una pequeña cría', expresó el 'cazador'.
Los ambientalistas no sólo se cuidan de las fauces del cocodrilo, también enfrentan la fiereza del hombre. Afortunadamente han salido ilesos; esa noche un hombre no identificado disparó al aire y gritó: '¨Qué madres buscan?', 'Somos ambientalistas y buscamos cocodrilos', respondió Gómez, con lo cual se les dejó seguir su labor en paz.
La otra parte de la tarea recae en la presidenta de la agrupación ambientalista que protege a esa especie (Crocotab), Guadalupe Cornelio y en la bióloga Martha Espinoza. Ambas ambientalistas tienen la responsabilidad de tasar cada ejemplar como si fuesen pediatras auscultando un recién nacido: los miden, pesan y toman una muestra de su piel para estudios posteriores y finalmente los liberan en donde fueron atrapados.
El proyecto 'Moreletti 13' de Crocotab busca estrategias de conservación ante la amenaza de la mancha urbana que gana terreno al hábitat del cocodrilo y que perturba la cadena alimenticia, además de la caza furtiva.
La asociación ambientalista reveló que la histórica inundación de 2007 y la contaminación de 259 hectáreas de pantanos en 13 lagunas que rodean la capital Villahermosa han ocasionado cambios en el ecosistema, afectando el ciclo de reproducción y nidaje.
'Si probamos que hay un desequilibrio ecológico, tanto para los cocodrilos como para el resto de las especies, se demostraría que se están perdiendo; sería una alerta, un foco rojo que indicaría que no hay que esperar que la situación se agrave'. 'Pretendemos establecer programas preventivos y de conservación para las lagunas de Villahermosa', añadió José Manuel Gómez Kim.
En opinión de Cornelio Lorenzo, urge conocer las poblaciones de esta especie de reptil en su hábitat, sus condiciones y verificar si ha descendido su población en la cual predominan los machos. Este predominio complicaría su existencia, ya que sería necesario llevar a cabo una repoblación con el apoyo de granjas que están en manos del gobierno del estado.
'A un macho le corresponden tres hembras, y aunque se sabe que sí hay se ignora en qué cantidad, dónde y cómo están; primero se evaluará y diagnosticará para establecer programas de conservación y restauración de hábitats', precisó la especialista.
Para José Manuel Gómez Kim, también herpetólogo que en sus ratos libres atrapa serpientes con fines de estudio, es imprescindible cuidar las zonas de nidaje que sufren aniquilación por el crecimiento de la población en la Laguna de las Ilusiones. 'Es preciso saber dónde están las poblaciones, pues la mancha urbana acaba su hábitat con zonas de nidaje que van, incluso, contra leyes estatales y federales', puntualizó.
De 259 hectáreas que tenía la Laguna de las Ilusiones actualmente cuenta con 229, es decir 30 hectáreas de pantanos y áreas protegidas por la ley ambiental han sido devastadas por el crecimiento poblacional.
'Al rescatar cocodrilos rescatamos aves, reptiles, toda una población homogénea. El cocodrilo es una especie para aguas, al protegerlo a él protegemos al resto de las especies', advirtió el ambientalista.
Cuando se les practica un lavado estomacal los cocodrilos expulsan, en el peor de los casos, botellas, bolsas de frituras, plásticos e incluso condones. 'La invasión y contaminación a la laguna son imparables; los cocodrilos se ven de noche y durante el día se permiten actividades deportivas en un área protegida por el estado y el gobierno federal', insistió.
En las 13 lagunas que rodean a Villahermosa aumentó la población urbana, se construyeron grandes mansiones con veleros, canoas y lanchas rápidas a las orillas de las propiedades, destacó. Por ello Gómez Kim pide auxilio: 'éste es un trabajo conjunto entre nosotros, la sociedad y el gobierno; debemos entender la importancia de conservar los cocodrilos y los ecosistemas, entender que somos parte del medio ambiente, no sus dueños'.