miércoles, abril 30, 2008

Sin freno abuso contra infantes

· Aldea por los Niños, alerta la deficiencia de campañas y falta de programas preventivos por parte del DIF-Tabasco y la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia

· Tan solo el año pasado unos 300 niños fueron víctimas de abuso sexual y violencia física.

· UNICEF otorgó a Tabasco 5.60 índice de respeto a los derechos de los niños y adolescentes, sitio calificado como deprimente.

Alejandro Valencia / Allan Sánchez
Acento

Los abusos contra la población infantil siguen aumentando sin que las autoridades del gobierno en materia de protección de la niñez puedan poner un freno a ello.
En un gran porcentaje muchos menores se preparan para celebrar este 30 de abril pero otro sector importante no podrá hacerlo porque las condiciones en que viven no será motivo de festejo.
De acuerdo con estadísticas oficiales, en Tabasco un promedio de 300 niños sufren alguna forma de explotación sexual comercial, mientras que en el ámbito nacional se calcula que 16 mil niños, aproximadamente, son víctimas de este delito, de los cuales 65 por ciento son niñas y el restante, niños.
En entrevista la presidenta de la Comisión de Equidad y Género, Casilda Ruiz Agustín, se mostró satisfecha que en días pasados sus compañeros legisladores del Congreso Local, hayan aprobado exhortar al gobernador, Andrés Granier Melo a que incluya en su agenda el tema del abuso infantil, en virtud de la indiferencia con que ha sido tratado en el presente régimen gubernamental.
En tanto que la organización no gubernamental Aldea por los Niños que preside Alejandra Arias, denunció que el gobierno estatal carece de las políticas públicas necesarias para erradicar este flagelo, del mismo modo que no se observa en los medios informativos alguna estrategia de difusión para prevenir estos ilícitos.
Este mismo organismo informa que con base en datos del Tribunal Superior de Justicia de Tabasco, se registran 160 denuncias al mes por abuso infantil y que el crecimiento de la población de niños de la calle en diversos puntos de Villahermosa y otros municipios, es alarmante.
Sin embargo a pesar del apoyo de la bancada del PRI hacia este tema, la diputada Delia María Montejo justificó que es imposible que pueda cubrirse al 100 por ciento los casos de abuso y violencia.
Enumeró una serie de programas y acciones que la autoridad estatal aplica en la materia.
En tanto que el presidente de la Comisión Permanente de Infancia, Jóvenes, Recreación y Deporte, Jaime Miér y Terán Suárez, argumentó que no es con ofensas hacia las autoridades como puede impulsarse una mejor atención en el rubro, aunque reconoció que era pertinente sumar esfuerzos en el rubro.
En respuesta la legisladora perredista Casilda Ruiz Agustín aclaró que su propuesta era muy concreta y con el sentido de reforzar las acciones en pro de la niñez tabasqueña, aclarando que ella en ningún momento se ha referido peyorativamente a ninguna institución, sino que sólo citaba el déficit de atención que hay en la materia.
Otras acciones encaminadas a que se atienda a este sector de la población, se refieren a un exhorto propuesto por la perredista para que los presidentes municipales de los 17 ayuntamientos de la entidad destinen recursos para crear albergues permanentes que atiendan a menores de edad maltratados, explotados o en condiciones de drogadicción, dado que por falta de infraestructura, muchos de ellos son regresados a los hogares donde se les agredió o a manos de sus victimarios.
El informe dado a conocer por la UNICEF en abril de 2007, reprueba a México con 5.53 de índice de respeto a los derechos de los niños y adolescentes, donde Coahuila tuvo la mayor puntuación y Chiapas la más baja.
Tabasco fue ubicado en 5.60, arriba del promedio, sitio calificado como deprimente por la organización no gubernamental Aldea por los Niños, que considera que la entidad debería estar en mejor posición si se toma en cuenta que, a diferencia de otras entidades, dispone de un mayor presupuesto por participaciones federales.
Ruiz Agustín hizo hincapié que las autoridades carecen de políticas públicas para prevenir la explotación infantil, el maltrato a menores y las adicciones, y citó que la menciona Organización No Gubernamental realizó una encuesta en diciembre pasado que determinó que en Villahermosa viven en la calle 460 niños y adolescentes.
Recalcó que el problema va en aumento dado que las instancias pertinentes no aplican programas de prevención ni de rescate integral, además que sólo se tiene un albergue en el estado, insuficiente si se compara que, en Nuevo León, hay cinco por cada cabecera municipal.
Advirtió también que se tienen datos de que uno de cada 10 niños en la ciudad consume algún tipo de droga. El 4.7 por ciento usa solventes inhalables; 3.2 por ciento tranquilizantes y anfetaminas; 2.4 por ciento, sedantes y alucinógenos; 2.2 por ciento, marihuana, cocaína y metanfetaminas; 1.3 por ciento, éxtasis y 0.5 por ciento, heroína.
De su lado, el diputado del PRI Jesús Alí de la Torre, exhortó a la Procuraduría General de Justicia y al Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del estado a que se inicien investigaciones en las principales avenidas de la ciudad, por la probable comisión de corrupción de menores e incapaces.
Subrayó que es notorio que en las principales avenidas de Villahermosa un número considerable de personas se dedica a limpiar parabrisas de los vehículos, vender determinado producto o simple y sencillamente piden ayuda económica a los ciudadanos que circulan por las mismas.
El verdadero problema, sostuvo, no radica en esos actos, sino en la estrategia utilizada, presumiblemente, por personas que buscan generar empatía al exponer a menores de edad y utilizarlos como medios para generar ingresos.
Esta actividad, conciente o inconcientemente, continuó, priva a los menores de los derechos básicos como son la educación y la recreación, además de que se exponen a posibles actos de violencia, accidentes o riesgos de salud.
Finalmente la moción enviada para su análisis, discusión y presentación fue desechada por el presidente de la Comisión de Infancia, Jóvenes, Recreación y Deporte, Jaime Miér y Terán Suárez.

Difícil vida para niños….

En Tabasco
300 niños tabasqueños sufren explotación sexual y comercial

Tribunal Superior de Justicia de Tabasco
Recibe 160 denuncias al mes por abuso infantil

Encuesta no gubernamental, revela:
460 niños y adolescentes viven en la calle

En México
* 16 mil niños son víctimas de algún abuso
* 65 % son niñas y el restante, niños


Aldea por los Niños, denuncia:
* Falta de políticas públicas necesarias para erradicar este flagelo
* No se observa en los medios informativos estrategias de difusión para prevenir estos ilícitos.

Informe de UNICEF (presentado en abril de 2007)
Reprueba a México con 5.53 de índice de respeto a los derechos de los niños y adolescentes

Coahuila
Tuvo la mayor puntuación

Chiapas
La más baja puntuación.

Tabasco
5.60 de índice arriba del promedio, sitio calificado como deprimente por Aldea por los Niños
Un solo albergue en Tabasco, atiende a niños abandonados o maltratados

Uno de cada 10 niños consume algún tipo de droga
4.7 % usa solventes inhalables
3.2 % tranquilizantes y anfetaminas
2.4 % sedantes y alucinógenos
2.2 % marihuana, cocaína y metanfetaminas
1.3 % éxtasis
0.5 % heroína.

UNICEF realizará estudio sobre violencia contra niños


En México hay casi 40 millones de menores de edad, sin embargo, un gran número de ellos tienen que enfrentarse cada día a problemas que poco tienen que ver con la infancia.
Las condiciones de extrema pobreza en numerosas comunidades del país obligan a los niños a enfrentar la batalla por sobrevivir en un mundo hostil en lugar de dedicar su tiempo a los juegos. El trabajo infantil es uno de los mayores problemas que pueda enfrentar un país, pues implica que la mayoría de los menores que trabajan se vean en la necesidad de abandonar la escuela, lo que los limita en sus aspiraciones a futuro.
Por otra parte, las condiciones de trabajo a que son sometidos los menores de edad son casi siempre de franco abuso hacia ellos, con poca paga y horarios de trabajo poco apropiados. Con frecuencia, los niños y adolescentes que trabajan forman parte importante del sustento de sus hogares, cuando no son el único ingreso. Enfrentar al mundo desde condiciones desiguales deriva en una serie de abusos vergonzosos para cualquier sociedad que se diga respetuosa de los derechos humanos.
Que el mundo exterior sea violento para los niños es lamentable, pero que la violencia contra ellos se ejerza desde sus hogares es por demás preocupante. La semana pasada se presentaron en la ciudad de México el estudio del secretario general de la ONU sobre este problema y el Informe Nacional sobre Violencia y Salud, ambos documentos coincidieron en que los niveles de violencia en México se deben en gran parte a la combinación de las extremas desigualdades económicas y sociales y a la cultura machista que aún predomina en algunos en ciertos sectores.
Las cifras del Informe Nacional sobre Violencia y Salud señalan que de 1979 a 1990 y entre 1991 y 2002, se registraron un total de 7,394 y de 7,351 homicidios, respectivamente, contra niños y niñas menores de 15 años. Tan sólo en el 2005, el INEGI registró un total de 677 muertes por homicidio entre los jóvenes de este grupo de edad.
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del Distrito Federal recibió un promedio de cuatro casos de maltrato infantil por día entre 2000 y 2002. En casi la mitad de los casos (47 por ciento) la responsable fue la madre, en el 29 por ciento fue el padre, lo que significa que la familia, que debería ser el lugar mejor equipado para proteger a los niños y niñas, se puede convertir en una zona de riesgo para ello.
Como una forma de dar a conocer las diferencias que existen entre los menores de México y en el marco de la celebración del Día del Niño, ayer fue presentado el libro Los Niños de México, conformado por una serie de fotografías de niños de distintas etnias del país.
Mauricio Ramos, Rosendo García Quintos y Vivian Bibliowicz, son los responsables de las imágenes, las cuales buscan contribuir a crear conciencia sobre el respeto que merecen los niños.
Daniel Camazón, representante de UNICEF en México, anunció que este organismo iniciará próximamente un estudio sobre la violencia contra los niños en México, una de las prioridades del programa de colaboración entre el fondo y el gobierno mexicano.
El estudio, al igual que el libro, contará con el apoyo de la empresa Nextel. Se espera que la investigación contribuya al diseño de políticas en beneficio de los niños.

Alerta ONU sobre violencia contra niños mexicanos

En México fueron “asesinados regularmente dos menores de 14 años cada día” durante los últimos 30 años, reveló hoy un informe de las Naciones Unidas (ONU), que denunció la elevada exposición de los niños en ese país al maltrato físico y sicológico.
El estudio sobre la violencia infantil advirtió sobre la elevada incidencia de casos de menores mexicanos que han sufrido abusos sexuales y muertes por ahoracamiento, estrengulamiento y sofocación, así como del aumento del número de suicidios.
Según el documento de la ONU, entre 1998 y 2002 la principal causa de muerte por homicidio en los menores de un año fue el ahorcamiento, el estrangulamiento y la sofocación, mientras que en los niños entre uno y cuatro años fue el ahogamiento y la sumersión.
De los 5 a los 14 años fue por disparos de armas de fuego u otro tipo de armas.
El informe nacional mexicano, elaborado por Elena Azaola en su capítulo sobre niñez y por Luis Botello sobre adolescentes, constata un incremento considerable en el número de suicidios intencionados y finalizados de niños, niñas y adolescentes en los últimos años.
En todo México la cifra de suicidios de menores de 15 años aumentó de 118 en 2000 a 166 en 2002.
La capital (centro de México), Baja California (nordeste) y Colima (oeste) son los estados con las tasas de suicidio más altas del país.
Los que tiene las mayores tasas de homicidios de niños varones de menos de 5 años son México, Colima y Puebla (centro), y de niñas de esa misma edad, son Tlaxcala, Estado de México (ambos en el centro del país), Nayarit (oeste) y Sonora (norte).
En el grupo de 5 a 14 años en el caso de los varones son Chihuahua (norte) y Guerrero (sur), y en el de las féminas es Oaxaca (sur de México).
Por otra parte, el estudio muestra que el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del Distrito Federal recibió un promedio de cuatro casos diarios de maltrato infantil entre 2000 y 2002.
La mayoría de ellos fueron de tipo físico (32 por ciento), seguido por abandono (32%) y omisión de cuidados (20%) en 2002, año que tuvo un total de 24.563 casos.
El 13 por ciento fueron casos de abuso sexual, el 6% psicológico, y el uno por ciento atribuibles a actos de negligencia.
Otro dato escalofriante que revela el informe es que en casi la mitad de todos estos casos la responsable por el maltrato fue la madre, y en el 30% el padre, el padrastro en un 5% y la madrastra en el 3%.
Entre 1997 y 2003 el sistema de Justicia de México registró un promedio de 21 violaciones sexuales a niños diarias, con un total de 53,000 casos en esos años (más de 23,000 violaciones al año).
Además, los datos del INEGI muestran que el 56 por ciento de las chicas entre 15 y 19 años que viven en pareja han sufrido al menos un incidente de violencia en los últimos doce meses.
El informe señala que no todos los casos de maltrato contra niños se registra, puesto que en algunos se les etiqueta como accidentes.
El estudio recomienda elaborar un plan nacional de acción para prevenir todo tipo de violencia, mejorar los servicios para los menores víctimas y capacitar a los prestadores de servicios de salud para que puedan identificar a los jóvenes en riesgo.
En la presentación el enviado de la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en México, Amerigo Incalcaterra, dijo que pese a los pésimos datos del informe “la violencia puede detenerse” si se crea un organismo específico para combatirla.
También se mostró optimista Luis Tiburcio, representante del organismo de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), quien afirmó que estamos ante “una verdad que todos conocemos y una realidad que persiste y tiene que tener soluciones plurales”.