¿El empobrecimiento de los medios informativos de quién depende. De los reporteros o los empresarios dueños de los medios?.
No cabe duda que la mejor forma de hacerse escuchar y evidenciar lo evidente es de la opinión pública, esa que al igual que escucha ve y analiza, también opina y nos debemos a ellos.
En este sentido, como parte de la opinión pública a la que nos debemos, es necesario salpicar al gremio con sazón de unidad de la que el gremio no goza y nuestros críticos del periodismo libre, celebran y hacen fiesta.
En la óptica de los profesionales afectados, ya sean despedidos o incómodos para el grupo de poder, una media de este tipo en forma decisiva agrava el empobrecimiento de la diversidad informativa y estrangula el pluralismo de la comunicación social.
El caso de Sandra Villafuerte, y el de otros compañeros censurados o tildados de periodistas enemigos del sistema y el gobierno en turno, ha sido respaldado por la ciudadanía y han reconocido la batalla de los periodistas. En publicaciones electrónicas, han aparecido severos cuestionamientos y acusaciones de "corporativismo" de la clase profesional y a esos me sumo.
Los compañeros periodistas algún día tal vez comprendan y aprendan: ¿Será esta vez que van a tener conciencia del apoyo ciego que han dado a este gobierno y otros o acaso esperan que sus privilegios se vean atacados?", me pregunto.
"Cuando se hace el ataque más vil y feroz a otras profesiones en este país, los periodistas o guardan silencio o bien defienden la publicidad oficial", eso es obvio o no.
Es claro que en esta guerra de opiniones y expresiones, la censura interna en las redacciones contribuye en forma decisiva para agravar la pobreza de la diversidad noticiosa y a estrangular el pluralismo.
En este sentido:"no se puede transformar un bien esencial como la información en una mera mercadería, adaptable a los apetitos e intereses del mercado, susceptible de condicionar las opciones de la ciudadanía".
El caso de Sandra Villafuerte al igual que de otros es un "asunto político", pues Villafuerte se volvió incomoda al no ser servil, finalmente la XEVA, con cierto reconocimiento cedió a las exigencias de los encantos del poder dando al traste con una trayectoria indiscutible que ahora se difumina en otros intereses por estar del lado del gobierno en turno y los grandes empresarios periodísticos manipulando la información desde otras trincheras que ofician lo mismo.
El malestar es generalizado y no por eso se nos deben tachar de rojillos perredistas incómodos a un gremio joven pujante de un periodismo sin compromisos, sólo buscamos mejores espacios, profesionalización, pero la realidad es otra.
Esto no es un berrinche. Es sólo una forma de hacer conciencia y bien por aquellos compañeros que en el silencio desde sus redacciones comparten el mismo ideal.
En la práctica es la nueva conquista ya no con la cruz y la espada sino con la injerencia deshumanizada, ¿qué acaso la democracia y los derechos humanos son solo para los españoles? .
* El autor de esta colaboración es corresponsal de la agencia de noticias Notimex (1999), colaborador de la agencia REUTERS (1995), colaborador Free lance; Telemundo Tv (2007), actualmente curso la Lic. En Periodismo por la Universidad Autónoma de Chihuahua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario