Estimados colegas:
Mis saludos más sinceros desde ésta humilde choza enclavada en la zona de Atasta, domicilio en el que ajuste 18 años de servicios en este humilde trabajo, humilde para mí, porqué para otros es una suculenta forma de vivir haciéndose pasar por "Heraldos del periodismo".
No tengo nada en contra de ellos, pero del sistema sí, de ese sistema que invierte recursos en pseudoperiodistas que a la sombra de medios impresos y cobijados por medios nacionales usufructúan y corroen como humedad en una casa, la conciencia, la mística, la filosofía y todas las teorías que dan fuerza al periodismo que muchos ejercemos de digna forma.
Desde aquí mi más enérgica protesta por aquellos periodistas empresarios que detrás de un cargo, de una redacción coartan la libertad de expresión.
A estas alturas ya no puedo soportar tanto cinismo. Como cuando desde un título o una nota se insiste en que no decrece el nivel del trabajo en negro y las condiciones laborales son cada vez más precarias, siendo que en todas las redacciones de esta bella ciudad se explota de manera desvergonzada, obligándolos a hacer tareas y trabajos por encargo pisoteando quiénes tenemos el valor de defender la ética.
La mitad de mi vida la he ejercido como Reportero Gráfico y ahora que abrí los ojos en la Lic. En periodismo, la verdad me avergüenzo y digo "basta" no se puede seguir así. Muchos pensarán que quizá lo que me mueve es que en mi vida jamás he probado el lugar privilegiado de colegas que de pobres pasaron a "pobres ricos" y en el peor de los casos habrá quienes se voten de la risa e ignoren mi clamor… No importa, pero estoy seguro que en el fondo del silencio muchos se meterán en mis zapatos.
No señores se equivocan, humildemente he vivido y sobrevivido a una enfermedad mortal que aqueja a mi hijo y peor aún a dos inundaciones que acabaron con mi matrimonio y mi familia, sin embargo sigo en pie, y, en 18 años he visto pasar a compañeros que defendieron a toda costa al PRI y ahora defienden al perredista Andrés Manuel López Obrador, peor aún a aquellos que defendieron a Roberto Madrazo y ahora son sus enemigos.
En medio de la desgracia y las tormentas he visto pasar como saltamontes a cada uno de ellos y siempre manteniéndome al margen, pero eso sí, sin poder deshacerme del estigma perredista de haber trabajado en la "Verdad del Sureste" , no me duele, simplemente "ya basta".
Es tanta la repugnancia que sentí por quienes posan como adalides de la libertad de expresión que me dije a mi mismo: "hasta aquí llegué".
Quiero decir: hace más de 18 años que ejerzo el oficio de periodista; conozco perfectamente los condicionamientos que nos ponen para atenuar o directamente diluir nuestra vocación de contar y decir las cosas como uno cree que son, aun a riesgo de equivocarse. En fin, en casi todos lados he comprobado (eso tan viejo pero siempre vigente) que una cosa es la libertad de prensa y otra la libertad de empresa. Pero lo que he vivido y a como me han tratado en los últimos tiempos superó todo… Gracias a Dios, ¡todavía tengo vergüenza! Pero lo que ya no tengo es estómago para tragarme las cosas en nombre del periodismo.
Luis Manuel López Chablé
Corresponsal de la agencia de noticias Notimex (1999), colaborador de la agencia REUTERS (1995), colaborador Free lance; Telemundo Tv (2007), actualmente curso la Lic. En Periodismo por la Universidad Autónoma de Chihuahua.
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