*El ex presidente cubano, contra quien se planeó un centenar de atentados, ha desafiado a más de 10 presidentes de EU, al establecer el comunismo en una nación de América Latina
Miércoles 13 de agosto de 2008
Fidel Castro Ruz llega hoy a los 82 años de edad de puro milagro. Por lo menos ocho de las decenas de atentados en su contra han tenido probabilidades reales de quitarle la vida en los últimos 50 años, pero sólo el que planificaron cubano-estadounidenses en Cartagena de Indias, Colombia, puso en riesgo a uno de sus familiares más cercanos que lo acompañaban en ocasión de celebrarse la IV Cumbre Iberoamericana en 1994.
El ex presidente Fidel Castro se mantiene entre la vida y la muerte no sólo por los más de 100 atentados planificados, según documentos desclasificados en Estados Unidos e investigaciones de especialistas de la contrainteligencia cubana, sino por la complicada enfermedad intestinal (diverticulitis) que lo obligó a dejar el poder, pasar varias veces por el quirófano y perder casi 20 kilos.
Probablemente el hombre nacido en Birán, ahora provincia de Holguín, el 13 de agosto de 1926 y que ha desafiado a más de 10 presidentes de EU —desde Dwight David Eisenhower hasta George W. Bush— morirá en la cama después encabezar la revolución cubana, implantar el comunismo en una nación latinoamericana y aliarse a la ex Unión Soviética a 90 millas de las costas de EU.
En uno de sus artículos publicados en el portal oficialista CubaDebate en julio pasado, Castro Ruz reconoció que un grupo de cubano-estadounidenses encabezados por Luis Posada Carriles intentó asesinarlo justo cuando paseaba por las coloniales calles de la ciudad colombiana de Cartagena de Indias con el escritor Gabriel García Márquez y su esposa Mercedes Barcha.
El convaleciente ex presidente cubano recuerda en su escrito que tituló El descanso que los anfitriones de la IV Cumbre Iberoamericana habían organizado un paseo en coche por el recinto amurallado de Cartagena, “una especie de Habana vieja, reliquia histórica protegida”.
La seguridad a cargo de su protección le sugirió no hacerlo porque existían datos de un posible atentado. “Pensé que se trataba de una preocupación excesiva”, dijo y acordó hacer el paseo siempre y cuando el escritor aceptara acompañarlo.
“Llamé al Gabo, que estaba cerca, y le dije bromeando: ‘¡Monta con nosotros en este coche para que no nos disparen!’ Así lo hizo. A Mercedes, que quedó en el punto de partida, le añadí en el mismo tono: ‘Vas a ser la viuda más joven’. ¡No lo olvida! El caballo partió renqueando con su pesada carga. Los cascos resbalaban en el pavimento”, platica Fidel en su texto.
Meses después las autoridades de Colombia confirmaron lo que su seguridad le había advertido: en Cartagena habían personas en el recinto amurallado con fusiles telescópicos y armas automáticas listos para emboscar al presidente cubano”.
Castro asegura que al igual que en Santiago de Chile, los hombres que habrían de jalar el gatillo “temblaron” con el pretexto de que la “cabeza del Gabo” se interponía obstruyendo la visión.
Lo que no sabía el hombre que cumple 82 años era que el grupo que intentó atentar contra su vida había detectado a uno de sus hijos en las calles de Cartagena de Indias. La alerta temprana de la seguridad cubana evitó un desenlace trágico.
Manuel Hevia, del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado, y el general retirado Fabián Escalante, ex jefe del contraespionaje cubano, aseguran que, de acuerdo con el recuento oficial, los atentados preparados para su ejecución, con armas y hombres dispuestos, fueron 167.
(Tomado del diario El Universal )
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